estrategia en la direccion, confianza en la ejecución

Guía esencial para el Empresario de la Pequeña y Mediana Empresa

Decisiones estratégicas y el arte de No Saturar la Agenda con compromisos que no puedo o no quiero cumplir

Carlos Medel

9/16/20254 min read

Como empresario de una PyME, es probable que a menudo te encuentres diciendo "sí" a cada nueva iniciativa o tarea, pensando que será la venta de tu vida, el proyecto que transformará tu organización, y sintiendo la presión de demostrar tu valía y competencia. Esta tendencia a saturarte de compromisos no solo puede afectar la calidad de tu trabajo y tu salud, sino que también te impide tomar decisiones estratégicas que beneficien a tu negocio a largo plazo, debido a que enfocas tus esfuerzos en actividades que posiblemente no lleguen a ningún lado. La clave para romper este ciclo reside en entender y aplicar el "Sistema 2" de pensamiento, una herramienta poderosa para decisiones conscientes y la gestión eficaz de responsabilidades.

¿Cómo Piensa Nuestro Cerebro? El Sistema 1 vs. El Sistema 2

El premio Nobel Daniel Kahneman explica que nuestra mente opera con dos sistemas:

Sistema 1 (Pensamiento Rápido): Es automático, intuitivo, emocional y consume poca energía. Es el que usamos para juicios instantáneos y la mayoría de las decisiones diarias. Es eficiente, pero propenso a errores y sesgos. Decir "sí" de inmediato a una nueva tarea sin pensarlo, suele ser una respuesta del Sistema 1.

Sistema 2 (Pensamiento Lento): Es lógico, deliberado, analítico y requiere un esfuerzo consciente. Lo usamos para resolver problemas complejos, concentrarnos y tomar decisiones importantes. Es más fiable, pero también es "perezoso" y tiende a aceptar las sugerencias del Sistema 1 si no lo activamos deliberada y conscientemente.

Los empresarios, especialmente los que inician o crecen una PyME, a menudo caen en la trampa del sobrecompromiso impulsados por el Sistema 1, buscando validación, temiendo el rechazo o el fracaso, o comparándose con otros. Esto genera altos niveles de estrés, ansiedad, insatisfacción laboral y una sensación de estar "bajo asedio".

Activar el Sistema 2 para Decisiones Más Inteligentes

La buena noticia es que podemos entrenar a nuestro Sistema 2 para que intervenga antes de saturarnos de compromisos. Aquí te presentamos una guía práctica, basada en la ciencia del comportamiento, para ayudarte a gestionar su carga de trabajo y tomar decisiones más estratégicas sobre sus responsabilidades:

1. Evalúa Periódicamente tu Carga de Trabajo y Anticipa: Crea el hábito de revisar tus responsabilidades y compromisos actuales y futuros (semanales, mensuales). Tu agenda no necesita estar saturada, quizás dos reuniones por día, con índice temático incluido, y actividades de realización profesional que cubran un máximo de 4 horas laborales, y de 2 a 3 horas para tareas personales; debe tener espacios en blanco para imprevistos o para trabajo profundo. Esto le da una visión clara de su capacidad real antes de aceptar más.

2. Practica Controles Emocionales Regulares: Pregúntate cómo te sientes con tus responsabilidades actuales. Sentirte abrumado, desconectado o sin apoyo son señales de alerta de una agenda saturada o falta de límites. Comprender tus emociones, introspección, te ayudará a romper el ciclo de asumir demasiado.

3. Utiliza la Comunicación Efectiva: Programa puntos de control proactivos con tu equipo o socios. Informa sobre tu capacidad de antemano y habla sobre prioridades. Por ejemplo, comenta: "Esta semana me estoy centrando en [tarea X] y [tarea Y]. Si necesitan ayuda con otros proyectos, puedo ayudar a partir de la próxima semana". Esto te permite establecer límites y redirigir tareas de manera efectiva, allanando el camino para que otros las asuman.

4. Crea tu "Senda Lúcida": Nunca te comprometas de inmediato con una solicitud. Utiliza frases como "¿Puedo revisar mi agenda y te contesto?" o "¿Te importaría que te avisara mañana?" para ganar tiempo. Este lapso te permite activar tu Sistema 2, reflexionar sobre la solicitud, considerar tus prioridades y capacidad, y responder de manera informada.

5. Practica el "Microdominio": En lugar de aceptar toda oportunidad, enfócate en sobresalir en una o dos áreas específicas de tus responsabilidades, que se alineen con tus objetivos a largo plazo. Antes de aceptar algo, pregúntate: "¿Esto desarrolla directamente las habilidades que quiero?", "¿Afectará mi capacidad para otras áreas importantes?" o "¿Aporta algo significativo (visibilidad, desarrollo de habilidades)?". Si no cumple con estos criterios, utiliza tu "Senda Lúcida" para rechazar la tarea, liberando tiempo y energía para lo que realmente importa.

6. Reconoce los Sesgos Cognitivos: Nuestro Sistema 1 es propenso a sesgos. El exceso de confianza puede llevar a planes poco realistas y la creencia de que puede con todo. La aversión a la pérdida puede hacer que se aferre a proyectos o tareas que debería dejar ir. Ser consciente de estos sesgos te permite activar el Sistema 2 para cuestionar tus intuiciones iniciales y tomar decisiones más objetivas.

Hacia una PyME Más Resiliente y Estratégica

Recuerda que el éxito sostenible no proviene de hacer todo, sino de hacer bien las cosas correctas, es un cambio de mentalidad fundamental. Al aplicar estas estrategias de Sistema 2, no solo protegerás tu bienestar emocional y tu crecimiento profesional, sino que también sentará las bases para una gestión más eficiente de tu tiempo y recursos. Dejar pasar algunas oportunidades no es fracasar; es reflexionar, priorizar y reservar tu tiempo y energía para lo que realmente importa en tu empresa. Sé el arquitecto de tu propia experiencia y diseña tu día laboral y personal para trabajar con mayor inteligencia, no solo más duro.


[1] El psicólogo Daniel Kahneman es quien popularizó los conceptos del Sistema 1 y el Sistema 2 en su libro de 2011, Pensar Rápido, Pensar Despacio. Este premio Nobel introdujo la idea de dos modos distintos en la mente humana: el Sistema 1, que es rápido, intuitivo y automático, y el Sistema 2, que es lento, lógico y deliberadoenido de mi publicación

Concientizar tus emociones para una óptima toma de decisión, valuando las consecuencias de tus acciones y el impacto de tus decisiones